El baile a lo largo de su historia ha tenido un diseño y diversas manufacturas de matracas.
La forma triangular fue inspirada en la matraca de los Morenos de Cavancha, padrinos del baile. Solo modificaron el tamaño, el cual fue reducido para la comodidad de niños, niñas y mujeres.
Una particularidad es la diversidad de diseños de los mangos, los cuales varían según el fabricante, algunos pueden ser lisos y otros más torneados, con líneas o curvas como las patas de sillas.
Cada bailarín o bailarina tiene dos matracas de igual diseño pero una de color café y otra de color rojo, para combinar con los colores de los dos trajes que usan hasta el momento, el primero en honor a la Virgen del Carmen y el segundo a San Lorenzo. Ahora están confeccionando un nuevo traje que esperan usar con una matraca del mismo diseño pero barnizada.
Las matracas son personales. Antes las marcaban, le escribían las iniciales del nombre o le colocaban algún adhesivo. Hoy eso está prohibido como regla interna del baile.
Las primeras matracas se construyeron en la minera La Cascada, en Pozo Almonte, donde se fundó el baile. Manuel Bastias (QEPD), socio del baile Morenos de Cavancha, estuvo presente en la formación del baile, les enseñó los pasos y ayudó a fabricar las primeras matracas.
Antiguamente las matracas se iban heredando, pero ahora es más fácil confeccionarlas, por lo que cada 3 o 4 años se están renovando, ya que en ocasiones la madera no es de buena calidad, la lengüeta se gasta y se quiebran con facilidad. Se confeccionan en partidas de 10 o 20 para que tengan el mismo sonido y forma. Las matracas antiguas se guardan como reserva para que las usen los ex bailarines el día del aniversario o cuando llegan nuevos bailarines.
En una ocasión se fabricaron en la cárcel de Alto Hospicio, gracias a que un asesor del baile trabajaba ahí e hizo el contacto. Otra vez también las fabricó Rodolfo Rivera, constructor de matracas de los Morenos de Cavancha, y le ha seguido confeccionando las matracas a Betsabé Muñoz.
El 2019 fue la última vez que fabricaron matracas las hizo el mueblista de Alto Hospicio Hugo Gaiza, Ese año, modificaron las matracas para los bailarines zurdos.
Oscar Marambio (QEPD), músico del baile y constructor del anda de la Virgen, fue quien reparó matracas a algunos bailarines. Actualmente, esa labor la cumple el socio Humberto Ortiz.
Información recopilada en entrevista realizada a Sara Rubio, Caporala; Betsabé Muñoz, Schlomit Cerda, Juan Millañir, bailarines y Gabriela Rojas, socia.